El Akita ha sido un perro poco conocido durante años, debido a la intransigencia de los criadores y entidades dedicadas a su protección. Fueron los soldados americanos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial en esa zona del mundo, los que consiguieron pese a las prohibitivas leyes japonesas de aquella época, sacar del país algunos ejemplares de esta raza, encontrándose con el inconveniente de ser unos perros pocos homogéneos, todo ellos de la línea de Dewa, y con un tipo totalmente distinto del estándar original. De esta forma se inicia la crianza del Akita Inu fuera de su país de origen dando lugar a lo que en la actualidad es el Akita de línea americana, un perro de gran tamaño, estructura pesada y gran cabeza.
Durante los últimos años se ha desarrollado las líneas de crianza en Europa con ejemplares importante de los Estados Unidos, México y Gran Bretaña, todo ello de línea americana. Es a través de los soldados americanos de la distinta base que existían en España, que se da a conocer este perro en nuestro país. El inicio de la cría en España, por aficionados españoles, se remonta al año 1987, aunque con anterioridad los soldados americanos destinados en España comenzaron tímidamente acudir a exposiciones de belleza con sus ejemplares.
Los ejemplares japoneses se introducen en España prácticamente al mismo tiempo, aunque su mayor auge es a partir de la exposición mundial canina de Valencia en el año 1992, donde perros de criadores españoles obtienen por primera vez títulos de vencedores de la Mundial.