El Akita Inu es considerado monumento nacional en Japón, se trata de una raza protegida por el estado Nipón. Representa un símbolo de categoría y estatus social alto. Por poner un ejemplo, de la estima con la que es tratada esta raza por los japoneses, un Akita llamado "Tachibana- Go" fue el modelo para un sello de correos.
Las pieles de los Akitas, que en vida gozaron de especial estimación, son curtidas y conservadas como recuerdo sentimental. El Estado lo ampara y protege, le da asistencia y una especial subvención al propietario de un Akita que por dificultades económicas no pudiera darle un tratamiento adecuado.
También representa un símbolo de buena salud, prosperidad y buena fortuna. Cuando nace un niño o cuando hay alguien enfermo en la familia, se ofrece como regalo una pequeña talla de este perro.
Las excavaciones realizadas en la región de Akita, revelan, en algunas tumbas de épocas prehistóricas, sepulturas de hombres y perros. Éstos últimos muy similares al Akita.
Las mujeres japonesas que trabajan saben muy bien que el Akita no tiene comparación como niñera. Cuando iban a trabajar a los campos, confiaban a sus hijos a una hembra de Akita que los vigilaba hasta que ellas regresaran.
Ha sido utilizado en labores de salvamento, entre escombros, agua y nieve. Ha demostrado ser un perro capacitado para trabajar como guía de no videntes, lo que demuestra su gran sociabilidad y docilidad.
Es un gran perro cazador, antiguamente se utilizaba una pareja, un macho y una hembra para cazar ejemplares del peligroso oso Yezo, ejemplares que llegan a pesar 360 kilos.



Se cuenta que el Akita del Emperador viajaba en palanquín y llevaba un collar todo de oro.

El Emperador Yuryaku (457-479 d. C.) pasando por el pueblo, vio una casa muy similar a su palacio y dio la orden de incendiarla y destruirla completamente. El propietario, desesperado, no sabía como hacer para que el emperador cambiara de idea. De repente se le ocurrió regalarle uno de sus cachorros, tomó el más lindo y se lo dio al Señor.

Cuando el Emperador vio a ese perrito de pelo blanco y suave, se apiadó y detuvo la orden impuesta; la casa fue salvada. Aquel cachorro era un antepasado del Akita y se convirtió en miembro de la corte.
Origen: Japón
Desarrollado: Estados Unidos (USA)
Aspecto general: Es un perro de talla grande, estructura sólida, bien equilibrado, con mucha sustancia y huesos pesados. Una característica de la raza es la cabeza ancha, en forma de triángulo obtuso, el hocico profundo, los ojos relativamente pequeños y las orejas erectas llevadas hacia delante aproximadamente en línea con la línea superior del cuello.
Temperamento y comportamiento: Es de un perro amistoso, alerta, receptivo, majestuoso, obediente y valiente.
Cabeza: Maciza, pero equilibrada con el cuerpo; no debe presentar arrugas cuando el perro está en reposo. Craneo plano entre las orejas, y mandibulas cuadradas, anchas y poderosas con papada mínima. Un surco superficial debe extenderse bien hacia arriba en la frente; tiene un STOP bien definido, pero no demasiado brusco; el hocico es amplio, profundo y lleno; los labios son negros, no colgantes; lengua rosada; y las mandíbulas no son redondeadas.
Trufa: Ancha y negra. Se permite de color hígado en los Akitas blancos, pero siempre se prefiere el negro. Descalificación: Trufa de mariposa o total falta de pigmentación en la trufa.
Ojos: De color marrón oscuro, relativamente pequeños, no prominentes y de forma casi triangular.
Orejas: Las orejas del Akita son características de la raza. Están fuertemente levantadas y son pequeñas en relación con el resto de la cabeza. Si se doblase la oreja hacia delante para medir su longitud, la punta tocara el borde superior del ojo.
Cuello: Grueso y musculoso, con mínima papada, relativamente corto, con un ensanchamiento gradual hacia los hombros. La curvatura pronunciada de la nuca se funde armoniosamente con la base del cráneo.
Hocico: Ancho y completo. La distancia desde la trufa hasta el stop es dos tercios de la distancia del stop al occipital. STOP: Bien definido, pero no demasiado profundo. Un surco poco profundo se extiende hasta la frente.
Cuerpo: Más largo que alto en proporción de 10 a 9 en los machos, y de 11 a 9 en las hembras. La asociación Nippon-Inu afirma que la proporción de la altura desde la cruz y la longitud del perro debe ser para los machos de 10 a 11 y que las hembras deben tener el cuerpo ligeramente mas largo. Pecho ancho y profundo; la profundidad del pecho es la mitad de la altura del perro en la cruz. Costillas bien arqueadas; pecho bien desarrollado. Dorso nivelado con flanco firmemente musculado y moderadamente apretado. Piel doblada pero no holgada. Defectos graves: Huesos ligeros, cuerpo larguirucho.
Dientes: Fuertes, preferiblemente con mordida de tijeras pero se acepta mordida nivelada o en tenaza o pinza. Descalificación: Mordida claramente retrasada o avanzada.
Cola: Grande y completa, implantada alta y portada sobre el dorso o contra el flanco en unos tres cuartos, o con rizo doble, siempre inclinándose por debajo del nivel del dorso. Con un rizo de tres cuartos, la punta cae hacia el flanco. Raíz grande y fuerte. El hueso de la cola llega al corvejón cuando baja. Pelo áspero, recto y completo, sin apariencia de plumero. Descalificación: cola en forma de hoz o sin rizar.
Color: Cualquier color incluyendo blanco, leonado o pinto. Los colores son brillantes y claros y las marcas están bien definidas. Los Akitas blancos no tienen mascara. Los pintos tienen un fondo blanco con manchas grandes colocadas uniformemente. La subcapa puede ser de un color diferente al de la capa externa. La asociación Nippon-Inu define como colores aceptados el marrón rojizo, el marrón canela, el atigrado y el blanco.
Tamaño: Machos, de 66 a 71 centímetros en la cruz; hembras, de 61 a 66 centímetros.
Descalificación: Machos de menos de 63.5 cm; hembras de menos de 58.5 cm. La Nippon-Inu y la FCI dan como talla para machos 67 cm y para hembras 61 cm, con una tolerancia aproximada de 3 cm.
Marcha: Enérgica y poderosa con zancadas de longitud moderada. El dorso permanece fuerte, firme y nivelado. Las patas posteriores se mueven en linea con las anteriores
El Akita Americano tiene un fuerte instinto territorial y suelen ser agresivos con otros perros, por lo que es necesario que se les acostumbre desde cachorros a la convivencia familiar o con otras mascotas para evitar comportamientos no deseados.

El Akita Americano necesita un dueño con cierto grado de experiencia que se imponga con firmeza y energía, sin caer en la crueldad o la violencia.

El Akita Americano es una raza sana y robusta, no presenta prácticamente ningún problema de salud y no se conocen enfermedades específicas de la raza.
Respecto a su manto, será suficiente un cepillado semanal, aumentándolo a un cepillado diario en la época de muda que suele ser en primavera y en otoño.
Respecto a los baños, siempre que al perro se le cepille de una manera regular serán suficientes dos baños al año. El Akita Americano es un perro que a penas desprende olor corporal.




El Akita Americano es un perro grande y poderoso, empleado tanto como perro guardián como para la caza. Todavía mantiene un significado espiritual para los japoneses. Los japoneses regalan pequeñas estatuas de Akitas cuando nace un niño o cuando una persona esta enferma para expresar deseos de salud y felicidad. Su propiedad era antiguamente reservada para la realeza y para la aristocracia reinante, con disposiciones especificas para su cuidado, alimentación y un vocabulario especial que debía ser usado al referirse a estos perros.


Los collares que debe llevar un akita americano tienen que ser el collar de adiestramiento o  el collar alemán , por que sino  lo más normal es que te tire pero eso sí, nunca hay que ponérselo antes de que cumpla unos 5 meses.


 



Una hembra Akita de 8 años de edad que salvó la vida a los dos niños y los dos adultos de su familia de un incendio mortal en Nueva York, ha ganado el Premio Kennel Club América a la Excelencia Canina en la categoría de Perro Compañero ejemplar . Chilie es un ejemplo de lo que un perro de la raza Akita es capaz de hacer, amar y cuidar a su familia.





Un día en la ciudad de Nueva York cuando su familia estaba profundamente dormida, Chilie, el Akita, movió la nariz. Se despertó con un sobresalto. Algo no iba bien en el apartamento. Ella suspiró y confirmado, algo ardía. ¡Fuego! Chilie empezó a ladrar tan fuerte como pudo, para despertar a su familia. Corrió más y empezó a rascar la puerta de los adultos. Corrió a la habitación de los niños, sacó las sábanas de su cama y comenzó a empujar con la pata para despertarlos y huir. ¡Fuego! Los niños se despertaron y comenzaron a gritar, con todo el alboroto también lo hicieron los adultos, corrieron hacia la puerta de entrada piso, abrieron la cerradura de seguridad y huyeron a la calle. Chilie no se movió de sus talones presionándoles para que corrieran.

La Sra. Rodríguez dijo que el incendio devastador estalló en la cocina de su apartamento del segundo piso en el 2832 University Avenue en el Bronx, Nueva York poco después de las 9 am del 12 de marzo 1996. "Yo acababa de volver a dormir después de recibir mis dos hijos mayores a la escuela cuando me enteré de Chilie arañazos y los ladridos de una tormenta fuera de la puerta de mi dormitorio", dijo Rodríguez. "Salté de la cama, abrió la puerta y vio las llamas corriendo a través de la cocina." La Sra. Rodríguez, quien se desempeñaba como superintendente de la construcción ante el fuego, pasó el mes siguiente en un hospital bajo tratamiento por quemaduras en los brazos, espalda y pies.

Chilie, el Akita héroe, había salvado a su familia. El alcalde de la ciudad de Nueva York le otorgó una medalla “al servicio especial hacia la vida” y una recomendación oficial, estrechó la mano con la familia y posaron para fotografías con Chilie y los niños cuyas vidas había salvado. Los periódicos locales promocionaron su coraje e integridad.

La familia fue envía a una casa de acogida. Sin embargo al ser una propiedad municipal, que también, alojaba a más personas en el sur del Bronx, ordenó a Ignacio Vasquitelles y su esposa, Miriam Rodríguez, a renunciar a su perro Chilie a riesgo de dejarles en la calle. Funcionarios de la vivienda, con el apoyo de la ciudad de Nueva York Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda, presentó una demanda civil ante un tribunal para obligar a la familia a deshacerse de su Akita, o se enfrentarse a un desalojo. Pero la pareja y sus cuatro hijos no iban a desprenderse de su amada mascota, sin una lucha. "Ella nos salvó la vida, y no hay manera de que vayamos a dejarla que se la lleven", dijo Rodríguez, enjugándose las lágrimas mientras permanecía de pie fuera de la escalera.


"Van a tener que ir por encima de mi cadáver para llevarse a la perra. Si no fuera por la perra, yo, mi marido y dos de mis cuatro hijos sin duda hubieramos muerto en el incendio". La familia de abogados voluntarios, Karen Copeland, Lcdo. de Nueva York, cuya especialidad es el derecho del animal doméstico de la ciudad, afirmó ante el tribunal que el señor Vasquitelles tenía derecho a mantener Chilie en el departamento de vivienda de la familia debido a su discapacidad, bajo la Ley federal de Vivienda Justa y la Ley de Derechos Civiles de la ciudad. La Sra. Rodríguez insistió en que la familia lucharía para mantener Chilie y explicó que su marido ha estado enfermo y el perro ha ayudado a mantener el ánimo. Sr. Vasquitelles, un ex supervisor de seguridad, había sufrido un infarto y también ha sido diagnosticado con diabetes.

El tribunal falló a favor Chilie y su familia. Sin embargo más tarde la familia se enfrentó a una elección draconiana. No había dinero suficiente para comprar alimentos para sus cuatro hijos y un marido enfermo y su perro fiel. Con lágrimas en sus rostros la familia inclinó sus cabezas y, lamentablemente tuvo que dar a Chilie a la fundacion de los animales CACC. Chilie fue, metido en una jaula. Uno de los empleados refugio CACC reconoció el nombre de Chilie, ella recordó haber leído las historias de los periódicos y ver el alcalde de la ciudad de Nueva York darle a Chilie una medalla en la televisión. Seguramente debe haber un error. Un error? No, respondió a la familia entre lágrimas, Chilie fue el Akita héroe que había salvado a su familia. Los días de Chilie estaban contados. Una empleada del refugio envió correos electrónicos a todos los grupos de rescate de Akita, diciendo a la difícil situación de Chilie. Cada día la familia con el corazón destrozado llamaba por teléfono al refugio de animales CACC para preguntarle cómo estaba y si Chilie había sido salvado por una adopción.

Afortunadamente, Nancy Lamm, Directora de Rescate de Akita del oeste de Nueva York (ARWNY) y Dewees Kathy, puso todo su empeño en que fuera adoptada y con la ayuda de los voluntarios consiguieron un nuevo dueño para la Akita.

Hogan Sung, nacido en California, estaba navegando por Internet tratando de construir una página web en memoria de su fallecido Bulldog, casualmente llamado Chilie. Después de teclear el nombre de Chilie en un motor de búsqueda, se encontró la página web de ARWNY. Hogan lee la historia de Chilie e insiste en acogerla. Él voló 3.000 millas para verla y traerla de vuelta a casa a California con él. Hogan y Chilie se reunieron, pero todo sabemos lo difícil que es establecer una NUEVA amistad con un Akita adulto.

No fue fácil, pero desdeluego nada es imposible con un Akita. La historia termina muy bien, ya que fue adoptado y tuvo una buena vida después.

Cada año, el American Kennel Club (AKC) presenta Premios a la Excelencia Canina (ACE). Para calificar, los candidatos deben ser registrables como perros de raza pura, AKC y han realizado algún acto ejemplar, del que se ha beneficiado considerablemente una comunidad o un individuo.

Un premio se otorgará en cada una de las cinco categorías: compañero ejemplar , perro en defensa de la ley, búsqueda y rescate y perro de servicio. Cada uno de los cinco galardonados de perros y sus orgullosos propietarios recibirán un premio en efectivo de $ 1,000 y un grabado de plata de ley. Además, los nombres grabados de los cinco ganadores serán añadidos a la placa Premio ACE que está en exhibición permanente en la Biblioteca de AKC en Nueva York. Todos los nominados también recibirán un certificado de reconocimiento de ACE AKC en reconocimiento de su nombramiento. El mundo Akita ofrece sus felicitaciones a Chilie en ganar el Premio Kennel Club América a la Excelencia Canina.
El Akita americano viene en varios colores y tipos. El estándar de esta raza no tiene ninguna marca o tipos esepcífico. Por ello, muchos Akitas tienen máscaras faciales o marcas blancas en la frente. Sin embargo, el Akita Inu puede ser manchado, blanco y rojo. Sin importar el color, el Akita Inu debe tener la parte inferior de color crema o blanca, desde debajo del mentón hasta la parte de abajo de la cola. La parte interna de las piernas, hocico y las mejillas deben ser de color crema o blanco.
El akita inu es protector y leal, pero  desconfiado con los extraños, menos con la familia que vive. El Akita Americano es más amigable con los niños que el akita japones, y menos desconfiado con los invitados, que el japones.
akita inu (japones)

Es imprescindible educar al Akita Americano desde pequeño, ya que cuando el cachorro descubra que puede morder, empezará la batalla de “a ver quién puede más”. Necesita un dueño seguro de sí mismo, con carácter y que le proporcione un entrenamiento coherente basado en el refuerzo positivo. Si se tienen otras mascotas en casa, es importante acostumbrarlo a ellas desde pequeño.
Al Akita le gusta mordisquear, así que es recomendable que tenga algún juguete muy resistente que pueda ir mascando. Es una raza   con un crecimiento muy fuerte en los primeros meses de vida , por lo que será necesaria una alimentación completa y equilibrada.

 
Los orígenes del Akita Americano son los mismos que los del Akita Inu. Sus ancestros eran unos perros cazadores llamados “Matagi Akitas” que a partir del siglo XVII se usaron como perros de pelea además fue un perro de caza mayor y durante generaciones fue usado por los guerreros del Japón como perro de defensa y ataque. También fue usado para cazar osos. Es un perro fácil de entrenar y de un carácter muy equilibrado.


 

He mirado a los ojos a mi akita, y he hallado quietud, serenidad, paz.        
 
Es extensísima y espaciosa la  profundidad de la mirada de un perro fiel, que siempre te va a responder.

 


 
 Voy a explicarle cuales son los puntos básicos que se deben reunir para NO poseer una Akita  americano :
  • Si Ud. es una persona que no esta dispuesta a compartir parte de su vida con el perro, jamás debería tener un Akita americano

  • Si Ud. va a destinar a su perro a estar solo sin tener acceso y contacto regular con los integrantes de la manada o familia, jamás debería tener un Akita americano.

  • Si Ud. en el futuro planea adquirir otros animales del, mismo sexo, posterior a la adquisición del Akita americano, jamás debería tener un Akita americano.

  • Si Ud. ya posee otros perros de razas dominantes, jamás debería tener un Akita americano.

  • Si Ud. no puede dedicarle un paseo diario o un lugar de esparcimiento, jamás debería tener un Akita americano.

  • Si Ud. no es una persona con el conocimiento o la capacidad de imponerse como macho alfa, definitivamente y bajo ningún concepto debería tener un Akita americano.

  • Si Ud. espera de el una actitud parecida a un pastor alemán o doberman o perro similares, jamás debería tener un Akita americano.
Él tiene una personalidad forjada a sangre y fuego y miles de años de genética se lo demandan. El puede ser muy obediente, pero su óptica de la vida esta muy marcada como para someterse graciosamente a una persona que no tenga el conocimiento y la capacidad para guiarlo. En definitiva, el espera eso de Ud. Que lo guíe adecuadamente.
Nos encontramos ante la presencia de una raza con temperamento fuerte, muy unido y hasta casi simbiótica con su dueño, del que no podría separase, es un perro de un solo dueño.
Es un perro ideal para el clan familiar en tanto y en cuanto NO se encuentren presentes las condiciones antes mencionada por la cuales jamás debería tenerlo.
Muchas personas se desprenden de ellos por no saber ubicarse como lideres alfas, aplicando como justificativo que el perro esta loco. Sin perjuicio de que habrá casos ciertos, como en cualquier raza, la realidad que he podido observar es que sencillamente esa persona no calificaba para imponerse como líder y poseer un Akita americano.
Nuevamente reflexiono y digo : Que si todavía sigue allí, leyendo este articulo, entonces talvez califique para poseer un Akita amercano.
Él necesita de un amo firme que lo trate con cuotas de cariño y dureza pero sin llegar a humillarlo. Si Ud. posee esta condición, Ud. será para este perro poco menos que Dios.
Será leal como los mejores perros pueden serlo, será su compañero inquebrantable e incorruptible, será el protector de su manada, el cómplice ideal para los chicos de la familia.
Vivirá para complacerlo, para el no hay nada más importante que eso y se sentirá feliz por ello, hará cualquier cosa para lograrlo. En cuanto a su comportamiento diario se le vera callado, siempre limpio y sin olores desagradables, sin ensuciar donde él pueda vivir, condición esta, que tiene incorporada sin necesidad que nadie le enseñe.
Jugara cuando se lo pidan y permanecerá tranquilo y en descanso cuando Ud. decida que el juego termino. Ladrara muy poco, casi nada, solo cuando sea necesario advertir algún peligro.
Si Ud. se esta preguntando si es un perro capaz de vivir en un piso o en un lugar reducido, mi respuesta es clara  : Sin duda alguna puede hacerlo, de hecho su comportamiento calmo y sereno produce la sensación de que directamente no esta, tenga en cuenta que en Japón las viviendas son es su mayoría pequeñas. La única condición seria que pueda disponer de un paseo diario o lugares amplios en el hogar.

Gran deportista,solo se adapta a la vida en pisos si diariamente puede descargar su energía .Hay que cepillarlo diariamente y rastrillarlo durantes las mudas de pelo.
Akita americano con 5 meses


La historia de Hachiko es realmente conmovedora, no te la puedes perder... Hachiko nació en Noviembre de 1923 en la provincia de Akita, al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco.

La suerte iluminó a Hachiko cuando a los 2 meses de edad fue enviado a la casa del profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar, cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba.

Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas con el profesor y caminaba junto a él hasta la estación Shibuya.

El perro observaba como su dueño compraba el billete y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde.

Esto sucedía todos los días. Así es como la imagen del profesor con su perro se volvió familiar en la estación Shibuya, y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho.

Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, Hachiko esperaba enfrente de la estación.

Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos.

A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, esperaba el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a áquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció.

La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso.

En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor a Hachiko. La estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.

Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón. Hachiko acudio todos los dias, durante los diez años que sobrevivio a su dueño, a buscarlo entre la multitud en la estacion...

Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, la de Hachiko no escapó de esa suerte y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko y su mensaje de lealtad. Así fue como decidieron formar una Sociedad para el reemplazo de la estatua de Hachiko, y dicha sociedad contrató al hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, quién también era un excelente escultor. La nueva escultura se inauguro en 1947.

Hoy en día, la exquisita estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya. Podemos encontrar alrededor de ella fuentes, puestos de diarios y revistas y personas sonrientes contándoles la historia de Hachiko a los pequeño o los no tanto.

El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.

Los restos de Chuken Hachiko (en japonés el leal perro Hachiko) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno, en una esquina de la sepultura de su dueño, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio.


Hay dos tipos de akitas :
El akita americano que es el negro y el akita inu (  akita japones)  que es el canela que le diferencia del americano por la cabeza que tiene más volumen.



Aquí apreciamos un akita americano sin apartar la vista a su objetivo


Si hay un termino que los tiempos actuales han pervertido, ese es sin duda el término FIDELIDAD.
Si teneis necesidad y voluntad de comprender dicho termino, acercaros a un Akita Americano.
Hay experiencias vitales que no pueden explicarse, tienen que vivirse.

¡Vive la experiencia Akita!


Señores y señoras hace poco he creado este blog para el que se quiera informar sobre cualquier cosa sobre akitas americanos.Un saludo